¿Por qué busqué la extinción, negué mi pertenencia absurda a la otra, siempre la otra orilla?
Lo sé de cierto porque del otro lado, amiga mía tan lejana, estaba muerto. porque del otro lado era yo un cartógrafo idiota que trazaba el mapa de un territorio ajeno, vedado, tan inútil como imposible. Y cruzar la aguas significaba vivir. Vivir aunque se muera. Es preciso perderse para encontrarse.
¿En un lugar? No, en el tiempo. Es un instante del tiempo en que no hubo tiempo y todos los relojes del mundo callaron al fin sus monótonos hocicos.
Marcial escribía con cinismo: "uno no da ordenes a su órgano como a su dedo". Uno no le da orden alguna la cuerpo. Pero ya no se trata del cuerpo. ¡Ya no se trata nunca del cuerpo! Hay una palabra en desuso que por su vejez parece no decir nada: espíritu (o táchalo tú y escribe allí pneuma, energía que permite respirar, oxígeno, yo qué sé). Ignoro lo que mi alma a decidido, pero me hago cargo. Soy éste que apresura su último día, temeroso de que a su memoria se la trague la tierra.
Me has ofrecido la hospitalidad del silencio. Me la ofrecieron tus dedos y tus labios; me la ofrecieron tus ojos que se abrían y cerraban, incrédulos. Me la ofreció tu respiración entrecortada y el momento aquél en que tu piel fue un terremoto o un cascada, o las dos.
Ocurrió algo más bello que lo bello y estuve allí mientras duró la dicha dejando que mi alma habitara tu cuerpo.
Suficiente razón para estar vivo y, sin embargo, me pregunto: ¿dónde estoy ahora que ya no estoy en tu cuerpo? ¿Dónde ahora cuando no estás de nuevo?
1 comentario:
u.u me gusto, se me hizo entrañable el post, eso mismo eh pensando en mis ultimas 4 relaciones y mirame...aqui vivito y coleando XD
cuidate y saludos invernales.
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